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martes, 11 de septiembre de 2012

11 DE SEPTIEMBRE

Hoy es 11 de septiembre y desde 1943 que en Argentina se celebra en este día el Día del Maestro en homenaje al maestro, escritor, periodista, estadista y militar nacido en la ciudad de San Juan en 1811 y que se llamó Domingo Faustino Sarmiento.

Sarmiento fue un personaje polémico. Por una parte, fue el gran impulsor de la educación en la Argentina. Durante su presidencia, creo 800 escuelas en todo el país, incluyendo la primera Escuela Normal del  país, y fundó el Colegio Militar y el Liceo Naval. Realizó el primer censo nacional, en el cual se determinó que existía un 71% de población analfabeta.

Años más tarde, durante la presidencia de Julio Argentino Roca, ocupó el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. Desde esa posición logró que se sancione la ley 1420 de educación gratuita, laica y obligatoria.

Sarmiento, como dije, es un personaje polémico. Era elitista, racista y despreciaba a todo aquél que no le caía bien. 

Dirá de él su contemporáneo Juan Bautista Alberdi: "Detesta la sangre cuando no es él quien la derrama; aborrece los golpes de estado cuando no los da él mismo. No se mata las ideas, dice él, cuando son las suyas; pero es un Troppman para las ideas de los otros. La libertad de prensa es un ídolo, a condición de que no se use para criticar sus libros, porque entonces degenera en crimen de lesa-patria"

Pero su legado fue muy importante, ya que si bien sus ideas eran muy criticables, sentó las bases para que millones de Argentinos vayan a la escuela y se eduquen, cosa que ocurrió durante décadas. 

Pero no quiero dar una clase de Sarmiento. Quiero agradecer a los maestros dedicados que tuvieron ideales muy diferentes a los del hombre que les dio las herramientas y el lugar para ejercer su vocación docente, a los que decidieron dedicar su vida a enseñar a otros.

Porque enseñar es dar un poco de uno mismo a los demás. Es tomarse el trabajo de aprender para luego comunicar eso que se aprende. Así ha sido siempre. Desde la época de las cavernas, en las que el padre enseñaba a su hijo como hacer herramientas de piedra o a encender un fuego. Hasta hoy. Sólo que cualquiera puede tomarse el tiempo para sus hijos. Sólo personas muy especiales pueden hacerlo por los demás.

Así que el 11 de septiembre no recordamos al que quería exterminar a los aborígenes o amansar a los pobres para que los patrones pudieran explotarlos a su gusto. Recordamos a seres que dedicaron su vida a mejorar la calidad de vida de sus educandos en algo más que un contenido catedrático. En una lección de vida. 

Desde Buenos Aires, los abrazo. Brian.

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