Sentado sobre un tronco muerto
Con una rodilla levantada,
Y El sombrero de ala caída sobre los ojos
Álvaro Vilá Godoy
Un cigarrito armaba.
Dedos diestros en el arte
De enrollar tabaco en el papel
Moldeaban la forma de aquél que pronto
Sería su último pitillo.
Había sido un día largo
Había sido un día de sangre
Cuando miles de madrileños
A Napoleón le dijeron basta.
El dos de mayo terminado
La rebelión ya sofocada
Álvaro Vilá Godoy espera
Su turno para ser fusilado.
Sin vendas, mierdas, les dijo
A los encargados de darle muerte
Quiero verle los ojos
Cuando frente a mí del gatillo tiren
Allí formado en el paredón
Les echaba una mirada orgullosa
Que viva España!, les grita
Y la salva el pecho perfora.
Allí quedó su cuerpo tendido
En una tumba que comparte con otros
Álvaro Vilá Godoy es semilla
Del grito que hará eco en toda la Península.
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